Aquí dejamos una pequeña muestra de lo que con el viaje queremos ampliar: los conocimientos de los principales sabios o gurús contemporáneos que han vivido o viven aún en la India.
Sri Ramana Maharshi
Ramana Maharshi, (1879-1950) conocido como el Sabio de Arunachala, fue un maestro perfecto y el sabio más reconocido de la India en su época. Obtuvo la realización del Yo a los dieciséis años y dedicó el resto de su vida a impartir la más alta instrucción espiritual por medio del silencio y algunas enseñanzas orales escuetas. Escribió muy poco. En la introspección para la investigación directa del Yo resumía la repetida formulación ¿Quién soy yo? La llamada a la indagación del Yo – Vichara-, es su enseñanza más esencial y conocida.
Al pie del monte Arunachala se erige el Ashram donde vivió después de permanecer diecisiete años en la cueva Virupaksha. Actualmente es centro de culto y atrae a buscadores espirituales de todo el mundo.
Sri Aurobindo
Sri Aurobindo (Calcuta 1872 – Pondicherry 1950). Nació en Calcuta pero fue educado en Cambridge, Inglaterra. Durante su juventud volvió a la India y empezó a interesarse por asuntos políticos, cosa que lo llevó a pasar un año en la cárcel. Ese año en prisión marcó un antes y un después en su vida. En 1910 se trasladó a Pondichery, donde pasó 4 años practicando el yoga y la meditación en silencio. A partir de ese momento, dedicó el resto de su vida a la enseñanza espiritual con la ayuda de su íntima colaboradora, Mirra Alfassa, más conocida como La Madre. Su principal mensaje es que la divinidad no es algo lejano e inaccesible, sino que se encuentra dentro del ser humano. En el aspecto universal o cósmico Sri Aurobindo plantea la existencia de un principio activo de la divinidad —al que denomina Supermente— que lleva en sí mismo la capacidad de cambiar el curso de la marcha de la humanidad, desde la actual situación en la ignorancia hacia un desarrollo evolutivo con una mayor presencia de la luz y de la consciencia.
En 1926 La Madre fundó el Sri Aurobindo Ashram y en 1968 se inauguró Auroville, una ciudad internacional respaldada por la UNESCO y que quiere ser un sitio donde «hombres y mujeres de todos los países sean capaces de vivir en paz y armonía por encima de creencias políticas, religiones o nacionalidades».
Sri Mata Amritanandamayi Devi
También conocida por sus seguidores como Amma o Madre (Kerala 1953) nació en una familia humilde de pescadores cerca de Kollam, Kerala. Hoy es reconocida mundialmente por su enorme obra caritativa, Embracing the World, con estado consultivo en la ONU, y reverenciada por algunos como una Mahatma (Gran alma). Durante los últimos 35 años se ha dedicado a viajar para ofrecer su Darshan o abrazo y propagar un mensaje de paz. Con su Darshan Amma quiere ofrecer una muestra de Amor desinteresado e incondicional, y se calcula que ha abrazado a unos 25 millones de personas. Nunca trata de convertir a nadie a una religión particular, sino que habla de unidad y compasión. Citamos aquí algunas de sus palabras.
«Mi única misión es amar y servir a todos y cada uno de los seres»
«Tu no estás hecho para sufrir, estás hecho para vivir en verdadera felicidad»
«El poder de Dios no está fuera. Está dentro de nosotros. Y debemos despertar ese poder»
En 1982 su residencia familiar pasó a ser oficialmente el Ashram de Amritapuri, que a día de hoy acoge a una multitud de aspirantes espirituales, y al que acuden cada día miles de devotos para recibir su Darshan.
Vicente Ferrer
Vicente Ferrer (Barcelona 1920 – Anantapur, India 2009) fue un filántropo español, considerado una de las personas más activas en la ayuda, solidaridad y cooperación con los desfavorecidos del tercer mundo. Desarrolló su actividad principalmente en la India, donde llegó en 1952 como misionero jesuita. En 1970 abandonó la Compañía de Jesús y unos meses más tarde se casó con la periodista inglesa Anne Perry. Juntos fundaron la organización Rural Development Trust, que después se convertiría en la Fundación Vicente Ferrer. Centró su actividad en los descastados y en las aldeas tribales del distrito indio de Anantapur. Su trabajo de canalización y gestión rindió fruto: tres hospitales generales, uno de VIH, un centro de control natal, 14 clínicas rurales, 1.696 escuelas, unas 30.000 viviendas y unos 2,7 millones de árboles plantados, entre los proyectos más representativos. Su trabajo y el de las personas que lo han ayudado ha cambiado para bien la vida de dos millones y medio de personas.
Hoy en día la Fundación sigue activa con el objetivo de sacar de la pobreza al mayor número posible de personas mediante un desarrollo sostenible, es decir, agricultura de conservación, microcréditos, suministro de agua, asistencia sanitaria y educación universales.